lunes, 17 de julio de 2017

Guía diaria para acompañarnos en el camino




"Al Maestro le gustaba jugar a las cartas, y un día se encontraba totalmente absorto jugando al poker con algunos de sus discípulos durante un bombardeo nocturno.


Cuando interrumpieron el juego para tomar una copa, la conversación giró en tomo al tema de la muerte.

«Si ahora mismo, mientras jugamos, me muriera yo, ¿qué haríais?», preguntó el Maestro.

«¿Qué querrías tú que hiciéramos?».

«Dos cosas. La primera, quitar mi cadáver de en medio».

«¿Y la segunda?»

«Repartir cartas».

Anthony De Mello







***















"Esto es a lo que se refiere san Pablo cuando exclama: «Estoy crucificado con Cristo; vivo, pero no soy yo el que vive, es Cristo quien vive en mí» (Gal 2,19s); que no es sino la consecuencia de lo que prometió Jesús:

"El que me ama guardará mi palabra, y mi Padre lo amará, y vendremos a él y haremos morada en él (Jn 14,23). Como tú, Padre, en mí, y yo en ti, que ellos también sean uno en nosotros (...); yo en ellos, y tú en mí, para que sean completamente uno (Jn 17,21-23).


En este sentido, y en consonancia con la doctrina de algunos Padres de la Iglesia y algunos místicos, podemos afirmar que el objetivo de la vida cristiana es convertirnos en Dios por participación. 


Esta expresión, con toda su crudeza, debería reflejar lo que todos los bautizados viven; pero, por desgracia, se trata de algo excepcional. Lo que en el plan de Dios es lo normal, en la realidad de la humanidad y de la misma Iglesia es, lamentablemente, muy poco frecuente.»


Fundamentos-Contemplativos en el mundo


No hay comentarios:

Publicar un comentario